lunes, 16 de junio de 2008

Sospecho que no sospechamos

(Por Diego Bogarín)

Marx, Freud y Nietzsche son los padres de la sociedad de la sospecha. Hoy, comenzamos a construir nuestras opiniones despues de los noticieros o al terminar el hojeo del diario. Las ideas de a poco se van matando, contra lo que afirmaba Sarmiento que parece que también en esto se equivocó.
Tenemos la capacidad de formular pensamientos y posturas críticas frente al discurso que tratan de instalar los que manejan la construcción de la realidad (léase intereses mediáticos, intereses privados o públicos, gobierno u otros), pero ¿cuánto aprovechamos los medios que tenemos para alcanzar esa capacidad crítica?
Encontrar personas cada vez menos interesada en investigar pero con ganas de salir en la tele puteando a la presidente o de criticar a los ruralistas en los grupos de correo, es casi sinónimo de que ganaron quienes tenían más recursos para instalar su posición en “la gente”…si es que existe ese monstruo amorfo que llaman “la gente”.

Los conflictos no tienen buenos y malos, eso es sabido de antemano: si el escenario de discusión tiene reglas de participación, es obvio que quiénes son los agentes que participan buscando o no tomar parte de la distribución del capital económico, adquiere un lugar preponderante:

*La presidente ha demostrado una y otra vez en medio año que no le tiembla el pulso para imponer su idea a cualquier costo. No ha cambiado en nada el modelo de su antecesor. Y la distribución de la riqueza, sólo es parte de un discurso. El federalismo, ni eso. Misiones, por ejemplo, no será prioridad ni aún teniendo gobernadores condescendientes como los que ha tenido durante 20 años -siendo generosos- y ninguna provincia lo será en realidad hasta que personalistas como los Kirchner y sus predecesores –con sus empresas y las que financian campañas- sigan ejerciendo el Poder Ejecutivo Nacional.

*La Sociedad Rural no pierde con la retención porcentual de sus exportaciones, sólo gana menos. Coninagro, Confereración y Federación Agraria, juegan por lo que han ganado en los últimos años. El dólar alto es un buen negocio para vender, pero su maquinaria e insumos también sufrieron modificaciones en alza con respecto a la década anterior.

*Alrededor de 10 millones de personas se informan con el grupo Clarín en el país: Multicanal, Cablevisión, Canal 13, TN, TyC, Metro, Magazine –varios canales en provincia de Bs As y Córdoba-, Fibertel, Arnet, DirecTV, Diario Clarin en Capital y otros del interior –La Voz en Córdoba y Los Andes en Mendoza en sociedad con La Nación, por ejemplo- son parte de la maquinaria interesada en mantener el monopolio comunicacional que el gobierno quiere volcar a favor del grupo Telefónica –propietaria de Telefé y Grupos Editoriales como Atlántida y otros-, que ya ha empezado conversaciones para que se apruebe la norma de televisión digital europea, frente a la norma norteamericana en la que ya ha invertido Clarín invirtiendo en elementos que funcionan exclusivamente con esa modalidad. La ley de Radiodifusión que comenzó a discutirse no es otra cosa que eso. Hay que saberlo para entenderlo.

Lo que se entiende como “Opinión Pública”, es el resultado del trabajo diario de las empresas que construyen la realidad que les conviene recrear. No hay que dejarse convencer por demostraciones estúpidas de manifestaciones rentadas ni por palabras pronunciadas enérgicamente en un corte de ruta y menos por pantallas feministas que esconden políticas demagógicas para retener el poder. La anarquía como bien utópico es inalcanzable: las instituciones son imprescindibles, pero deben ser bien administradas o de lo contrario se llega a la crisis social a la que nos estamos encaminando.

Con la política no se juega. Maquiavelo decía que hay tres clases de gobernantes: los que saben gobernar, los que no saben pero saben que no saben y los que no saben pero creen que saben. Cuáles creen que tenemos nosotros? La respuesta no es una sola ni tendrá la verdad absoluta, pero el sinceramiento ayudará a salir de este pozo en el que no queremos caer.

No hay comentarios: